También conocido como libro móvil o animado, son aquellos que contienen desplegables, figuras tridimensionales, pestañas móviles, solapas emergentes... Son pequeñas obras de arte que llaman la atención por lo espectaculares que son.
Castillos que se levantan tras abrir la cubierta; casas, árboles, barcos o escenarios plegados que se yerguen, personajes que cobran vida con el paso de las páginas... En muchos casos los libros pop-up son verdaderas obras de arte e ingeniería, que a veces incorporan hologramas, luces y sonido, y que captan inmediatamente la atención de quien lo sostiene en la mano, sea niño o adulto, por su irresistible encanto visual.
En los últimos tiempos, el sector editorial especializado en literatura infantil ha visto cómo este tipo de libros ha gozado de una extraordinaria aceptación entre el público, y el esmero y la innovación de artistas y diseñadores compiten en las nuevas creaciones que llegan al mercado cada tanto.
Y es que, aparte de su indudable valor creativo, los libros pop-up son una excelente llave para iniciar a los más pequeños en el amor a los libros y a la lectura.
El primer libro de estas características se remonta a la Edad Media, a 1306. Se trataba de una obra de astrología. El filósofo y poeta mallorquín Ramón Llull usó por aquel entonces un volvelle o disco giratorio de papel para explicar una de sus teorías, una técnica bastante popular hasta el siglo XVI.
Que bueno! Por ahora nunca me tocó desarrollar un trabajo de este estilo.
ResponderEliminarHace un bastante que no veo libros de este tipo, y sin embargo el mercado editorial para chicos es enorme
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